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Día 1 – Decirle “hasta luego” a tierra firme

Pocas cosas molan más que arrancar el día subiéndote a un barco cuando el sol todavía está rascando el horizonte. Pelo revuelto, brisa en la cara y ese cosquilleo que te dice que algo bueno va a pasar.

Zarpamos desde San Antonio, uno de los clásicos para empezar una excursión en barco por Ibiza. Nada más salir, el mar te recibe como si te conociera. Y ahí empieza todo: otra Ibiza, la que no sale en los folletos. Más cruda, más libre, más real.

Día 2 – Agua turquesa, calas secretas y silencio que engancha

Primera parada: Cala Comte. Llegar por mar cambia todo. Las lanchas se balancean como si bailaran con el mar, y tú solo puedes pensar: vale, esto es otro nivel.

Seguimos rumbo a Cala Bassa. Paramos, nos tiramos al agua, abrimos algo de picar. No hay que pisar tierra para disfrutar. El barco es el plan. Música chill, pies descalzos, salitre y paz.

Y luego, mi joya del día: Cala Salada. Menos accesible, más salvaje. Aquí la roca se impone, el agua es puro cristal y el silencio lo dice todo. Es una de esas rutas marítimas por Ibiza que te dejan con cara de “¿por qué no hice esto antes?”

Día 3 – Es Vedrà y un atardecer que te deja sin palabras

Último día. El plan es navegar hacia Es Vedrà, ese peñón que parece flotar en el horizonte como una historia que nadie termina de contar. Nos acercamos lo justo, con respeto. Solo mirarlo ya impone.

Por la tarde fondeamos cerca de Cala d’Hort. Y lo que pasa después no se puede escribir bien: el mar se vuelve espejo, el cielo explota en colores, y tú estás ahí, con un vaso de agua fresca, flotando y pensando que igual esto es la felicidad.

Lo que aprendí en el mar (y tú deberías saber)

👉 No hace falta saber navegar. Hay excursiones en barco por Ibiza con patrón, para que tú solo te ocupes de disfrutar.
👉 Lo mejor está lejos de los puertos. Lánzate a descubrir lo que no sale en Google Maps.
👉 Mayo es ideal: clima perfecto, poca gente y precios que no duelen.
👉 Lleva lo básico: crema solar, toalla, algo rico para picar y ganas de desconectar.
👉 No todo se planea. Las mejores calas no siempre están en el itinerario… y eso es lo bonito.

Mis rutas favoritas (por si te animas)

🧭 San Antonio → Cala Comte → Cala Bassa → Cala Salada
🧭 Santa Eulalia → Tagomago → Cala Llenya
🧭 Ibiza ciudad → Ses Salines → Es Vedrà

Haz una de estas y verás que ver Ibiza en barco te cambia la película.

Reflexión final

Ibiza desde el mar es otra Ibiza.
Más auténtica, más salvaje, más tú.

Y lo mejor: no tienes que esperar al verano para vivirla. Mayo ya huele a vacaciones y sabe a Mediterráneo puro.

¿Estás dudando? Este es tu momento. Suelta el amarre. Súbete.
Nos vemos en el mar.